Designing a peaceful home

> Our home is a reflection of our inner state.
How tidy or cluttered our spaces are reveal how organized we have our ideas and therefore our lives.

> Our environment has the power to shape us.
The space and the objects we surround ourselves with have the power to modify our moods. Therefore, we should be very careful about organizing the external space in the best way to meet our inner needs.

> Serene and peaceful environments help our mental health and support our daily lives in a more enjoyable and meaningful way.
We need a calm environment that allows us to be, grow, evolve and become the best version of ourselves.  

Here are some ideas to get you started:

 > Consider removing non-essential items (everything you don’t use or need), those that are holding you back, that don’t bring back good memories, or robs your attention. Simplify so you can make room for what matters.

 > Design a better space by focusing on how you want to feel, on being yourself. Home is the place where we live, rest, raise a family, rebalance our lives. Where we welcome others into our world. Our homes reinforce our values and should facilitate the life we wish to unfold.

Adopt this approach by:

  • Embracing natural materials such as linen, wool, clay and wood, which in addition to being the most beautiful are more respectful with our planet.

  • Incorporating texture, creating imperfect surfaces that root us back into our senses, with character and warmth.

  • Using a palette of calm and neutral colors, which invite us to pause, find stillness, allow contemplation and reconnect with ourselves.

  • Using second-hand furniture and quality items that evolve over time, offering the necessary patina to turn the space into a soulful home.

  • Creating space to accommodate our needs, for the experiences and activities we want to spend time doing.

Simplify your environment and change will come naturally. You will have more leisure time, a better life and you will become a better version of yourself.

    “When a flower doesn’t bloom, you fix the environment in which it grows, not the flower.” Alexander Den Heijer

(en español)

> Nuestro hogar es un reflejo de nuestro estado interior.
Lo ordenado o desordenado que esté nuestro espacio revela cuán organizadas tenemos nuestras ideas y por lo tanto nuestras vidas.

> Nuestro entorno tiene el poder de moldearnos.
El espacio y los objetos de los que nos rodeamos tienen el poder de modificar nuestro estado de ánimo. Por lo tanto, debemos tener mucho cuidado en organizar el espacio externo de la mejor manera para satisfacer nuestras necesidades internas.

> Los entornos serenos y pacíficos ayudan a nuestra salud mental y respaldan nuestra vida diaria de una manera más placentera y significativa.
Necesitamos un ambiente tranquilo que nos permita ser, crecer, evolucionar y convertirnos en la mejor versión de nosotros mismos.

Ideas para poder comenzar:

> Considera eliminar elementos no esenciales (todo lo que no usas o necesitas), aquellos que te están frenando, que no te traen buenos recuerdos o te roban la atención. Simplifica para que puedas hacer espacio para lo que importa.

> Diseña un espacio mejor enfocándote en cómo te quieres sentir, en ser tú mismo. Nuestro hogar es el lugar donde vivimos, descansamos, formamos una familia, reequilibramos nuestras vidas. Donde damos la bienvenida a otros a nuestro mundo. Nuestros hogares refuerzan nuestros valores y deben facilitar la vida que deseamos llevar a cabo.

¿Cómo?:

  • Rodeándote de materiales naturales como el lino, la lana, la arcilla y la madera, que además de ser los más bonitos son los más respetuosos con nuestro planeta.

  • Incorporando textura, creando superficies imperfectas que nos arraiguen de nuevo en nuestros sentidos, con carácter y calidez.

  • Utilizando una paleta de colores tranquilos y neutros, que nos invitan a hacer una pausa, encontrar la quietud, permitir la contemplación y reconectarnos con nosotros mismos.

  • Utilizando muebles de segunda mano y elementos de calidad que evolucionan con el tiempo, ofreciendo la pátina necesaria para convertir el espacio en un hogar con alma.

  • Creando espacio para acomodar nuestras necesidades, para las experiencias y actividades que queremos hacer.

Simplifica tu entorno y el cambio vendrá naturalmente. Tendrás más tiempo libre, una vida mejor y te convertirás en una mejor versión de ti mismo.

“Cuando una flor no florece, arreglas el entorno en el que crece, no la flor”. Alejandro Den Heijer